miércoles, 18 de agosto de 2010

JUNTOS DENTRO DE UN MES

Casa Museo de Cervantes
Amigas, amigos, guapas, guapos... ¡poetas todos!

Hoy es 18 de Agosto. Queda un mes, cuatro semanas de nada. Treinta días con sus noches, lunas que veremos crecer y menguar hasta que todos hablemos poesía en Alcalá de Henares. ¿Tenéis los nervios nerviosos de punta? ¡Yo sí!

El día 1 de Septiembre nos reuniremos con el director del Parador Nacional de Alcalá (lugar donde se realizará el III Encuentro) para confirmar últimos detalles (cena-menú... ). Contamos con todos los que en su momento confirmasteis vuestra asistencia, pero si alguno, por la razón que sea, no pudiera asistir (espero que todos estemos) ahora es el momento de decirlo.

¿Ya tenéis reserva en el Parador, en otros hoteles? Creo que estaría bien que cada uno diga donde pernoctará, por aquello de verse acompañado, pero ¡ojo! a criterio de cada cual.

Recuerdo a los que lleguen viernes o sábado por la mañana que, durante esa misma mañana, habrá visita por las calles de Alcalá, guiada por Kike Sabaté (yo de coche escoba para que nadie se despiste). La comida será libre para a las 16 ó 16, 30 horas comenzar con la lectura.

En cuanto a la extensión de los poemas, mejor cortos (no hace falta que sean dos versos, pero tampoco cuatro páginas) porque mejor dos o tres poemas por participante que uno. Se hará, como es costumbre, rueda de participación.

Confirmaremos todos los horarios durante la primera semana de Septiembre.

¡¡¡No quiero bajas!!!


Jesús Arroyo

lunes, 2 de agosto de 2010

EN MES Y MEDIO...


Se anuncia la llegada de un ejército de poetas.
¿Traen lanzas?
Señor, he dicho poetas y llegarán a mediados de Septiembre. Los poetas, que yo sepa, acuden en son de paz.
No hay que fiarse, amigo Sancho. Mira que nuestro padre, Don Miguel, hace mucho que no escribe y las plumas han podido volverse flechas.
No tema, Señor. No tema. Estas gentes llegarán, visitarán nuestra ciudad, leerán sus versos y terminadas las emociones, se acompañarán de manjares y buen vino.
¿Decís manjares y buen vino? ¿Los poetas?
¿Por qué no, caballero?
En los tiempos en los que fuimos tinta, amigo Sancho, los poetas saciaban sus barrigas de sobras del señor.
Eran otros tiempos y no del todo cierto, si me permite opinión contraria. Es ahora cuando los poetas, me parece, no comen de su letra.
Dejémonos de paparruchas. ¿Qué me dices sobre ellos?
Ya es la tercera vez que se reúnen y nos toca ser sus anfitriones.
Bien. Serán recibidos como se merecen siempre que sus fechorías… Prepara, por si sucede, mi armadura y cepilla a Rocinante.
¿Rocinante? Señor, su caballo murió. ¿No lo recuerda? Envistieron a un molino eólico y con las pocas carnes que el corcel tenía…
Pues tu asno, ¡so pollino!
Qué no hay peligro. Aunque sean muchos, leerán uno o dos poemas cortos, de esos que duran un par de minutos y al terminar llenarán sus barrigas y cada uno a sus aposentos. Aunque, bien es cierto, que se anuncian sorpresas y no sabemos de que tratan…
Sancho, hablemos con Don Miguel y… lo que él nos diga. De momento, que mantengan abiertas tabernas y paradores...